MAL AGUDO DE MONTAÑA Y EXPERIENCIA TURÍSTICA. La deuda del turismo en Chile
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Resumo
Es innegable la persistencia de la cordillera andina en todo el país y, con esto, es innegable que un buen número de actividades turísticas que se desarrollan en Chile se practiquen es estos escenarios; ya sea como andinismo y todas sus expresiones como también esquí, actividades de contemplación, deportivas, y otras. En el territorio nacional, dentro de los 4.200 kilómetros de cordillera de Los Andes se pueden encontrar 38 montañas que superan los 6.000 metros de altura sobre el nivel del mar, más de 2.000 volcanes, centros de esquí y una variedad de pueblos que superan las altitudes consideradas “normales”.
Cualquier exposición a la altitud generan diversas reacciones a nivel del cuerpo humano que dependen de una serie de factores, como la genética, la costumbre a visitar zonas de altitud, las costumbres de alimentación, hidratación y consumo de tabaco; sin embargo la tónica es la presencia de una serie de síntomas desagradables e incluso peligrosos para la salud conocidos como Mal Agudo de Montaña, Puna o Soroche.
Por otro lado, la experiencia turística guarda directa relación con las sensaciones percibidas en el destino, es así como la puna puede ser un elemento bloqueador de visita en caso de ser mal manejada, en especial en los casos en que los turistas no están informados acerca de la fisiología humana de altura y que se encuentran de sorpresa con mareos, vómitos y cefalea.
La educación en relación a la fisiología de altura y la gestión de las sensaciones del turista son elementos claves para mejorar la satisfacción del cliente y así lograr un posicionamiento del destino turístico.