Síndrome de movilización grasa en vacas lecheras al inicio de la lactancia y sus efectos en salud y producción de los rebaños
Conteúdo do artigo principal
Resumo
En el inicio de la lactancia las vacas sufren un déficit de energía, por lo cual movilizan grasas desde los tejidos de depósito para mantener la producción de leche. En este período una alta proporción de vacas desarrollan una moderada o severa infiltración de grasa en el hígado. Este proceso de infiltración de grasa también compromete otros tejidos de importancia para el adecuado funcionamiento orgánico. La infiltración de grasas en el hígado se desarrolla cuando las concentraciones de ácidos grasos en la sangre aumentan y la capacidad del hígado para metabolizarlos excede su capacidad para sintetizar y secretar lipoproteínas. Este proceso se inicia en el período preparto junto con un aumento de las concentraciones sanguíneas de ácidos grasos y un descenso en las concentraciones sanguíneas de lipoproteínas. Cuando la infiltración de grasa en el hígado es severa se asocia con problemas clínicos en los rebaños, aumentando la frecuencia de enfermedades infecciosas, metabólicas y problemas reproductivos que se evidencian por aumento del lapso parto-primer estro observado y aumento del índice coital. La manera más exacta para diagnosticar la infiltración de grasa en el hígado es por biopsia hepática, pero para estudiar la situación de rebaños es más práctico utilizar la información de aportes y requerimientos en la ración, considerar los cambios en la condición corporal y estudiar la composición de fluidos corporales, tales como las concentraciones de urea, ßHB y proteínas en la leche o la composición sanguínea de grupos de vacas al final de su gestación y otro grupo de vacas al inicio de la lactancia. Como prevención, las vacas al final de la gestación no deberían estar demasiado gordas y recibir alimentos de buena calidad para satisfacer los requerimientos de energía al inicio de la lactancia.