Kafka y la soltería
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Resumen
La constante presencia de personajes solteros en la obra de Kafka ha sido fuente de interés, y ha sido interpretada como una manifestación de la enorme importancia que el escritor le asignaba a la soltería, al considerarla un requisito indispensable para dedicarse plenamente a la literatura. El artículo se opone a esa interpretación, ya que Kafka solo era productivo como escritor cuando hacía planes de casarse; desaparecida la “amenaza” del matrimonio y “recuperada” la soltería, Kafka se sumía en prolongadas sequías creativas, que solo finalizaban cuando enfrentaba un nuevo proyecto de matrimonio. Precisamente, la posibilidad de que un hijo contraiga matrimonio es el factor que desencadena los conflictos en varias narraciones suyas, pues es a través de ello que el hijo contraviene el deseo de los padres, en cuanto a que el hijo no abandone el núcleo familiar, permaneciendo soltero. La visión amarga que Kafka tiene de la soltería se debe a que ese hijo está impedido de alcanzar la emancipación, y que cuando trata de conseguirla es severamente castigado. Aunque la muerte es el castigo más frecuente, existe una segunda posibilidad: la expulsión del grupo y la condena a una vida abyecta y sin sentido, marcada por la soltería recalcitrante. Curiosamente, esa segunda opción permite al hijo alcanzar la emancipación, la cual, si bien no es plena, le permite vivir aislado del grupo, tal como hacen los animales del denominado bestiario kafkiano.