La escritura de la ciudad para el establecimiento de la nación, y la generación de mitos históricos en El Movimiento Literario de 1842: Bello, Lastarria, Sarmiento

Contenido principal del artículo

Ana Figueroa

Resumen

Desde 1840 en adelante, se comienzan a consolidar en Chile, por parte de los intelectuales, maneras, modos de pensar que se representan en un narrarse como individuos pertenecientes a un Estado. Parte de este afianzamiento escritural o discursivo se produce debido a la presencia no sólo de chilenos como Lastarria, Bilbao, Sanfuentes y Jotabeche, sino que también por otros como Andrés Bello, Domingo Faustino Sarmiento y José Mora. Estos escritores, que vienen escapando de las dictaduras de sus respectivos países ­Chile mismo acababa de terminar con una­, se lanzan a la búsqueda de un modelo escritural en que se refleje aquello que les da una singularidad, aquello que les enuncia desde sus propias identidades. Es un proceso de "modernidad" que pretende establecer nuevos territorios. Dentro de estos parámetros es que se encuentran los escritores que tratan de fundamentar un lenguaje que sea capaz de proyectar los ideales de ciudadanía, patria y escritura. Intento ver cómo en este proyecto discursivo se define o se encuentra el imaginario de lo que es un buen ciudadano, qué lo constituye, cuáles son los ideales, en fin, bajo qué premisas se entiende éste.

Detalles del artículo

Cómo citar
Figueroa, A. (2018). La escritura de la ciudad para el establecimiento de la nación, y la generación de mitos históricos en El Movimiento Literario de 1842: Bello, Lastarria, Sarmiento. Estudios Filológicos, (37), 211–224. https://doi.org/10.4067/S0071-17132002003700013
Sección
Artículos
Biografía del autor/a

Ana Figueroa, Rutgers University. Department of Spanish & Portuguese. 105 George St. New Brunswick, NJ 08901-1414, USA.

En la sección histórica supimos que a raíz de las persecuciones religiosas del siglo XIII los ortodoxos buscaron amparo en las islas, donde perduran todavía sus obeliscos y donde no es raro exhumar sus espejos de piedra. La sección idioma y literatura era breve. Un solo rasgo memorable: anotaba que la literatura de Uqbar era de carácter fantástico y que sus epopeyas y sus leyendas no se referían jamás a la realidad, sino a las dos regiones imaginarias Mlejnas y de Tlön... (J. L. Borges "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius").